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[ Pobierz całość w formacie PDF ] su espalda, descendió por Saint Ann, frente a las tiendas de antigedades de Royal, entre los lgubres bares a ambos lados de Bienville, hasta llegar por ltimo al mercado francs a lo largo de Decatur y North Peters. Caminaba de prisa, pero con tranquilidad. Su actitud era la de alguien ocupado, que no dejaba de mirar a todas partes, ms all de las sombras. Si estaban todava ah, siguindole la pista, eran muy profesionales. Le compró un Post y un Times Picayune a un vendedor de periódicos callejero y encontró una mesa en un rincón solitario del Caf du Monde. Primera pgina. El artculo, que citaba una fuente confidencial, se explayaba en la leyenda de Khamel y en su reciente participación en los asesinatos. En sus primeros tiempos, deca el artculo, haba matado por convicción, pero ahora lo haca sólo por dinero. Muchsimo dinero, especulaba un agente secreto retirado, que haba permitido que se le citara, pero ciertamente no que se le identificara. Las fotografas, aunque confusas y borrosas, tenan un aspecto siniestro la una junto a la otra. No podan ser de la misma persona. Sin embargo, el experto afirmaba que el personaje no era identificable y que no se le haba fotografiado desde haca ms de una dcada. Por fin llegó un camarero y Darby pidió un caf y un panecillo. El experto deca que muchos le crean muerto. Interpol crea que haba cometido asesinatos en los ltimos seis meses. Los expertos dudaban de que viajara en lneas areas comerciales. Ocupaba uno de los primeros puestos en las listas del FBI. Abrió lentamente el periódico de Nueva Orleans. Thomas no apareca en primera plana, pero su fotografa lo haca en la pgina dos, seguida de un largo artculo. La polica lo trataba como caso de homicidio, pero no haba mucho en qu basarse. Una mujer blanca haba sido vista en la zona, poco antes de la explosión. La facultad de derecho estaba horrorizada, segn el decano. La polica tena poco que decir. Maana se celebraran los funerales en el campus. Se haba cometido un lamentable error, declaraba el decano. Si se trataba de un asesinato, alguien haba matado evidentemente a la persona equivocada. 69 Se le llenaron los ojos de lgrimas y de pronto empezó a tener nuevamente miedo. Puede que se tratara de un simple error. Era una ciudad violenta llena de locos, y puede que a alguien se le hubieran cruzado los cables y se hubiera equivocado de coche. Tal vez nadie la acechaba. Se puso las gafas de sol y contempló la foto de Thomas. La haban sacado del anuario de la facultad y sonrea con irona, como sola hacerlo cuando daba clase. Iba bien afeitado y era muy apuesto. El artculo de Grantham sobre Khamel electrificó a Washington el viernes por la maana. No mencionaba la circular, ni la Casa Blanca, por lo que la mayor especulación en la ciudad giraba en torno de la fuente. La situación era particularmente tensa en el edificio Hoover. En el despacho del director, Eric East y K. O. Lewis andaban nerviosos de un lado para otro, mientras Voyles hablaba con el presidente por tercera vez en dos horas. Voyles chillaba, no directamente al presidente sino en general. Maldeca a Coal y cuando el presidente tambin empezó a chillar, sugirió que se sometiera a todo el personal, empezando por Coal, a un detector de mentiras, para averiguar quin haba divulgado la información. Por supuesto que l, el propio Voyles, se sometera a la prueba, como lo hara todo el personal que trabajaba en el edificio Hoover. Iban y venan los gritos por la lnea. Voyles estaba rojo y sudado, y el hecho de hablar a voces por telfono y de que el presidente estuviera al otro extremo de la lnea, no le importaba en absoluto. Saba que Coal estaba a la escucha en algn lugar. Evidentemente, el presidente se hizo con el control de la conversación y soltó un prolongado sermón. Voyles se secó la frente con un pauelo, se sentó en su viejo sillón de cuero, y empezó a respirar rtmicamente para controlar la presión y el pulso. Haba sobrevivido a un infarto, le haban pronosticado otro, y le haba dicho [ Pobierz całość w formacie PDF ] |